0
La Pirámide de Maslow no existe. Tan utilizada y en vano. Abraham H. Maslow jamás habló de la tal pirámide y nunca hizo el famoso gráfico, que tanta difusión ha tenido. En ninguno de sus libros, y menos en su artículo A Theory of Human Motivation de 1943, donde expuso por primera vez su teoría, aparece ni por una sola vez la palabra "pirámide". Ni la de Keops. Incluso muchas de las necesidades recogidas en el gráfico, Maslow nunca las nombró. Un ejemplo más, de como se puede manipular a una audiencia sin acceso a las fuentes originales.

La controvertida pirámide de Maslow

Es difícil establecer quien fue el que simplificó la rica teoría de las necesidades de Maslow, desarrollada través de los años, en varios libros rigurosos, en la famosa y simple Pirámide. Maslow siempre habló de jerarquía de las necesidades y no de pirámides, con una sofisticación mayor de la vulgata, que se vende en las escuelas de negocios. Sin embargo, tampoco creo, que las necesidades se articulen jerárquicamente, sino más bien en segmentos paralelos de longitud diferente. Precisamente, las jerarquías y las oposiciones conceptuales establecidas, nos condicionan a realizar comportamientos perjudiciales. Como por ejemplo, el bien y el mal, o el éxito y el fracaso, cuando sabemos, que no todo es blanco o negro. ¿O acaso alguien con problema fisiológico no puede conseguir la autorealización? Sin embargo, todos utilizamos la pirámide como ejemplo, porqué es una buena metáfora del desarrollo social. En ese sentido de ascetismo, de ir elevando la conciencia por encima de sus limitaciones materiales, resulta una narración convincente, que todo el mundo reconoce. Lo importante es saber, que el objetivo de Maslow era motivar a los humanos hacia la autorealización como base de la salud mental. Las necesidades estén jerarquizadas o no, son la base del comportamiento económico humano. El crecimiento económico propio de la economía de mercado y la innovación, están basados en la creación constante de nuevas necesidades, en el deseo.


La jerarquía de Maslow -que admite múltiples configuraciones-, es una representación más de la dialéctica hegeliana. Hegel utilizaba un esquema conceptual piramidal, para describir la realidad donde existían una tesis y su antítesis, que siempre se sintetizaban en un concepto superior. En la cúspide de la pirámide de Maslow, el saber absoluto de Hegel, se vuelve autorealización. Las malas noticias son, que la dialéctica hegeliana ha quedado completamente desmontada por la filosofía reciente, donde se discute, que la síntesis es un momento ideal, proyectado por la racionalidad, pero inexistente en el presente y que por tanto, no debe servir como guía. La pirámide no es la verdad, es tan sólo un mecanismo de poder.


La inversión de la piramide de Maslow

Siguiendo con la metáfora de la pirámide podemos afirmar, que a partir de los años '60 se invierte socialmente. Cubiertas las necesidades básicas a nivel colectivo, lo esencial es la autorealización. En la base de todo está la realización personal. En cada acto. Incluso surge un nuevo género de ensayo, la auto-ayuda, para ayudar a las almas ateas en busca de la autorealización. Sin embargo, la cada vez mayor insistencia y cantidad de gurus y consultores, que animan a tirar tu mundo por la borda, para ser tú mismo de una manera auténtica, no parece resolver el problema de la realización, sino que lo agrava. Masas de gente infeliz con sus vidas destrozadas por unos charlatanes, por haber intentado en vano encontrarse a sí mismos y haber encontrado más vacío aún. Nada que no surja de nosotros mismos nos llevará a ningún sitio, que no quieran otros. El intento frenético de satisfacer cada vez más necesidades, digamos artificiales, genera problemas mentales, ansiedad y angustia. Nuestra sociedad avanzada se caracteriza por eso. La inversión de la pirámide hace que la autorealización en vez de conseguir la salud mental, se vuelva enfermedad. En lo alto de esta inversión de la pirámide están las necesidades básicas. La paz, nuestro particular nirvana, consiste ahora en disfrutar de las necesidades básicas. Como aquel chiste donde un rico después de animar a un pobre y feliz pescador a emprender para tener mucho dinero, este último le demuestra, que no tiene sentido, para al final acabar jubilándose como rico, en un pequeño pueblo y pescar igual que él. La autoreralización, que se basa en la búsqueda compulsiva de una promesa de felicidad edulcorada, es imposible de conseguir. 


La pirámide de Maslow digital

La creación de necesidades se intensifica en la sociedad digital. Las necesidades nuevas, inesenciales y caprichosas, como tener el último gadget o la última app, se multiplican. La necesidad inconsciente de adoptar formas de vida siempre nuevas y aparentemente mejores, nos lleva a una adopción continua de tecnologías, sin ningún tipo de reflexión. Lo hacemos por que sí, porque se lleva, porqué esta bien, porqué toca, porqué otros lo hacen, sin importar las consecuencias individuales y sociales. La seducción publicitaria parece actuar como las órdenes militares. Del mismo modo, los medios de comunicación y las empresas, nunca ponen en duda esta ideología del crecimiento, como si estar en contra de ello, fuera estar en contra del progreso. La traslación de la Pirámide de Maslow invertida al mundo digital hace, que encontremos en la base, las aplicaciones y dispositivos que nos conecten con nuestras necesidades digitales de realización: smartphones, wereables, runnables, candy crash, etc. Especialmente el Internet de las cosas, por su ubicuidad, nos empieza a parecer menos prescindible, que comer. Se trata del advenimiento de la digitalización de las necesidades.


Existen cada día más evidencias, que la escasez de las energías fósiles y sus temibles consecuencias para el clima y para la humanidad, que están en la base de la producción de electricidad, fuente de la digitalización, pueden dificultar la realización de las necesidades digitales. El futuro de un decrecimiento acelerado y su impacto en la digitalización, puede ser desestabilizador. Cuando estemos tan acostumbrados a interactuar con aparatos digitales inteligentes en todos los lugares, será muy costoso prescindir de ellos, porqué será prescindir de nosotros mismos, de lo que somos. Nos hemos convertido en esclavos de nuestras necesidades. Pero podemos cambiarlo. Sólo con la responsabilidad digital.


Documentos responsabilidad digital

Publicar un comentario

 
Top